martes, 3 de enero de 2012

SUSANA VILLARÁN, ANTAURO HUMALA Y CHAVÍN DE HUANTAR


Luego de los buenos deseos, la redacción de propósitos y las predicciones para este 2012 que apenas comienza, encontramos que nuestra situación política se mantiene inalterable, impertérrita frente a los cambios cíclicos del calendario. Ese nuevo movimiento político bautizado con suma precisión por Augusto Álvarez Rodrich como la Derecha Bruta y Achorada (DBA) ha renovado sus energías y le ha saltado a la yugular a la tambaleante alcaldía de Susana Villarán. La prensa financiada por la DBA inició el año informativo anunciando, extasiada y llena de alegría, que había colas interminables en la ONPE para adquirir "kits" de revocatoria. La pregunta es: ¿si revocan a la Villarán no asumiría el sillón municipal su teniente alcalde, Eduardo Zegarra? ¿alguien puede explicar qué dice la ley electoral a este respecto? ¿existe una ley electoral que diga algo al respecto para evitar conjeturas y manipulaciones de esa prensa mercenaria y montonera? Estoy de acuerdo con quienes afirman que doña Susana anda a paso demasiado lento y que quizás exageró con aquello de "trabajar en silencio en la creación de ciudadanía y no ampararse en la obra física nada más", pero de ahí a solicitar revocatorias me parece algo desproporcionado. Por otro lado, la aclaración de cifras que dio en la conferencia de prensa del martes 3 de enero fue bastante contundente, objetivamente hablando, así que corresponde tenerle algo de paciencia y respaldo frente al cargamontón orquestado por la DBA.


Otro latigazo de la DBA: las sospechas acerca de las salidas de Antauro Humala el 24 y 31 de diciembre, gracias a que providencialmente tuvo gravísimos cólicos esos días festivos y consiguió burlar la seguridad del INPE para pasarlos en compañía de "una rubia", congresista Luis Iberico dixit. ¿Acaso nadie se da cuenta de lo evidente que es la aparición de estos "noticiones" apenas iniciado el año? La coyuntura que el 2011 dejó - con los escándalos de Chehade y Conga - más el cambio de gabinete antes del medio año como colofón - han dejado al actual gobierno descolocado y los opositores, esos que perdieron la elección y que ahora parecen dirigir el país de todas formas, se apresuran a que la zancadilla sea completa y el desequilibrado - por falta de equilibrio, digo - Ollanta Humala termine de irse de nariz. Si Antauro se escapó realmente o no está por determinarse (y de ser cierto, habría que pensar entonces que es el hermano del presidente quien tiene una buena red de contactos que le permiten desestabilizar al mandatario con estas malcriadeces) pero sea como fuere, tengo la sensación de que se trata de una inteligente movida de quienes andan por ahí, rondando cuales buitres, a pesar de haber perdido en los sufragios del año pasado. Salvo error u omisión. Las últimas declaraciones del José Luis Pérez Guadalupe, actual director del INPE parecen confirmar la tormenta en el vaso de agua que los tituleros de Correo han tratado de armar con respecto a este caso.


Finalmente, el asunto de los comandos de la Operación Chavín de Huantar huele también a refrito ¿no? Recuerdo que en los 90s, cuando toda esa odisea era parte de nuestra memoria inmediata, se habló de un tal Jesús Zamudio que supuestamente había dirigido un operativo extrajudicial y que sin haber sido parte de los 142 comandos de élite que ingresaron exitosamente a la Embajada de Japón llegó a terminar el trabajo, léase a rematar a los "rendidos". En ninguna de las entrevistas, reportajes o análisis en los que han participado comandos o rehenes se ha preguntado acerca de este personaje Zamudio y su participación en el rescate. Ahora se dice que uno de los rehenes - un funcionario japonés de apellido Ogura - afirma haber visto cómo un terrorista quiso hacerse pasar por rehén para escapar en la fila india de rescatados tras el fuego cruzado, para luego ser capturado y ejecutado a mansalva. Sin embargo, diversos comandos coinciden en decir que este señor Ogura fue uno de los primeros en salir del recinto tomado por los terroristas y que es imposible que haya sido testigo de ese hecho. Y posteriormente, toda esta confusión relativa a que si es la Comisión o la Corte Interamericana de DD.HH. la que impulsa la defensa de los miembros del MRTA, que si se va a enjuiciar a todos o no, etc. Suena a cortina de humo aunque no me queda muy claro qué se estaría intentando ocultar. La operación fue legítima y necesaria, pues el Perú estaba en vilo por aquel insano secuestro. Y efectivamente, es imposible creerse la historia según la cual dos o tres de estas personas, que horas antes del ingreso de los comandos sostenían armas de largo alcance y participaban activamente de las amenazas y las torturas psicológicas que sufrieron los retenidos, apenas se inicia el enfrentamiento digan "me rindo" y pasen a ser personas inocentes o ciudadanos merecedores un tratamiento distinto. Lo que se vivió en ese momento fue simple y llanamente una intervención militar en un contexto de guerra interna declarada. No había lugar a pañuelos blancos sacados a última hora. Por otro lado, siempre me llamó la atención que la Operación Chavín de Huantar - la misma que le sirvió a Alberto Fujimori para registrarse macabramente caminando entre cadáveres - haya sido tan perfecta. Pero ese es otro tema.

1 comentario:

Anónimo dijo...

viaje al futuro y Susana Villaran no anda a paso lento anda rápido pero en reversa.
en una ciudad y un país con deficit de infra estructura tan grande . HAcer lo que hace susana villaran equivale a maquillar a un moribundo.