lunes, 1 de marzo de 2010

YOU CAN'T STOP ROCK AND ROLL...

No se puede más con todas estas noticias negativas: Luis Castañeda Lossio se enriquece levantando moles de concreto pasando por encima de la población de distritos tradicionales como Chorrillos y Barranco, Salvador Heresi deja en evidencia su naturaleza cuando se ofende por las declaraciones de Lourdes Flores Nano en las que traza una línea divisoria imaginaria entre decencia y corrupción, los diarios "serios" celebran los TLC's firmados a diestra y siniestra por una ministra de economía que hasta hace unos meses ni siquiera estaba autorizada para ejercer tal profesión, la prensa televisiva cubre el matrimonio de la hija de Alberto Fujimori, como si se tratara de una noticia de espectáculo farandulero de quinta categoría en lugar de adoptar una posición crítica ante tamaño despropósito legal y moral, la juventud que emerge de la clase dirigente llora de risa con los chistes de Jaime Bayly y sale en tropel a las librerías Crisol a comprar el mamotreto ese que viene promocionando, por ahí se dice que Álex Kouri ya está allanando el tema de su imposibilidad para ser candidato a la Alcaldía de Lima Metropolitana creándose ipso facto una dirección en San Miguel y para colmo de males, Chile es azotado por un terremoto (estoy casi seguro de que la esperpéntica música de Ricardo Arjona en Viña del Mar fue la causa de esa masiva liberación de indignada energía telúrica)...

Por eso propongo hoy un pequeño paréntesis musical... veinte años atrás creía firmemente que el rock and roll (y en particular el heavy metal) podía cambiar el mundo y liberar las represiones más enraizadas de cualquier sociedad. Y había canciones que, sin llegar a ser muy populares, comprimían en tres o cuatro minutos esa urgencia, esa rebeldía, esa ansia por reventarlo todo de un guitarrazo. Antes de I wanna rock y We're not gonna take it, Dee Snider (una de las personalidades más opinionated, como se dice en inglés, de la escena musical norteamericana) y sus Twisted Sister remecieron el mundillo del glam metal con este tema y en estos días, después de leer cualquier periódico o ver cualquier programa de domingo dando tumbos entre la política corrupta, la farándula basuralizante y el consumismo extremo, dan ganas de llevar un proyector gigantesco, unas columnas inmensas de speakers y subirles el volumen a todos hasta que no tengan más que terminar destruidos, tirados en mitad de la calle, sin fuerzas para seguir embruteciendo y engañando a la gente...

No hay comentarios: